La rehabilitación física que ofrece la fisioterapeuta se realiza en sala (asociación) o en el domicilio de la persona usuaria si no puede acudir por sus propios medios -con la crisis sanitaria algunas personas prefieren no salir de casa y que sea la fisioterapeuta quien acuda al domicilio-.
Esta rehabilitación mejora las debilidades y rigideces musculares y la coordinación, disminuye los problemas de equilibrio y respiratorios, reduce el dolor crónico y contribuye a una mejora la calidad de vida, independencia y autonomía de la persona usuaria.